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lunes, 9 de diciembre de 2013

HOMILÍA DE LA FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Al concluir la procesión de la tarde, se celebró la misa para los peregrinos presidida por el padre José Quintana Peña. Compartimos una síntesis de su homilía.


Al crear, la Santísima Trinidad el universo, puso en él la flor más blanca y perfumada que jamás ha existido, la que tendría que ser la Madre del Redentor.

María no es Dios, ella como nosotros necesitó de la pasión de Cristo, en virtud de esto fue preservada del pecado, es decir que ella camina encabezando una larga fila de difuntos y vivos que vamos a la búsqueda de la gloria celestial.

Cristo es el sol, María la luna, inmaculada, limpia como nosotros, debemos buscar la limpieza total.

"¡Alégrate María!" Ella es el gozo, "la testigo de Cristo en medio de la humanidad, la esperanza nuestra".

"No temas maría", los argentinos somos pacíficos, pero esa paz daría la impresión que se está agotando, en muchos lugares hay brotes de violencia que llevan a lo malo. Recemos para que los que integran el poder ejecutivo se dejen guiar por la luz del Espíritu Santo.

El violento, soberbio, adúltero, irrespetuoso, esta lejos de ser imitador de María y por lo tanto de ser cristiano.

María visitó a Isabel, ante la Navidad próxima, ¿nos preocupamos de nuestros enfermos, ancianos, discapacitados, sin trabajo y tristes o pasamos de largo? Dios permita que nos abramos a los dolores del hermano con una solidaridad sin límites. María no se miró a sí misma, miró que su prima le necesitaba y fue.

Hagamos un momento de silencio y pensemos cuál es nuestra actitud.

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