Así como lo realizan a diario tantos devotos, promeseros y peregrinos, un joven de la ciudad de Goya, provincia de Corrientes, llegó hasta el camarín de la Virgen para cumplir su promesa.
Arrodillado ante la santa imagen de Nuestra Señora de Itatí, el joven ofreció su larga cabellera a la Virgen por los favores recibidos. Una antigua costumbre que la mantienen miles de fieles que llegan hasta Itatí.
Un familiar le cortaba el cabello, mientras el joven miraba a la Virgen en su trono, que se encontraba de espaldas ya que había misa en el santuario.
Con lágrimas en los ojos el goyano dijo que vino a cumplir con la Patrona por los favores concedidos.
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