De todos los días del año, el Viernes Santo se destaca por su densidad espiritual, profundidad y silencio. Definitivamente, no es un día como cualquiera. No lo es debido a lo que se celebra y recuerda. Es el día en que recordamos y celebramos la Pasión y Muerte de Jesús. La muerte de Dios hecho hombre por nosotros.
El Vía Crucis o la Vía Dolorosa, camino que recorrió Jesús desde el lugar donde le sentenció Poncio Pilato hasta el Gólgota, significa "camino de los dolores o camino de la cruz". Es una peregrinación muy popular y arraigada en este pueblo mariano, para pedir, agradecer, acompañar muchos sentimientos y para volver a encontrar la fe.
Este año, el Papa Francisco nos invitó especialmente a compartir en este acto de piedad, la Misericordia de Dios, que no se puede explicar, que va más allá del razonamiento humano, y en esa Misericordia abandonar nuestro pecado, lo pasado, lo que nos duele, y que nos ilumine para dar un paso más a la vida.
Es por eso, que por la noche, desde la basílica partió el recorrido del Vía Crucis, en el que se llevó la Cruz, el Cristo Yacente bajo palio y la imagen de la Virgen de los Dolores, portada por los miembros de la cofradía, mujeres que vistieron de negro.
El dispositivo religioso abarcó, catorce cuadras donde cientos de fieles locales y peregrinos devotos de María de Itatí alumbraron con velas el camino que recorría la imagen del Cristo junto a su Madre. En las meditaciones se destacó el acontecimiento que este año celebramos los itateños, los 400 años de historia y fe.
La procesión marcada por la oración y el recogimiento se detuvo para leer las 14 estaciones que representaron los episodios más notables de la Pasión y Muerte de Cristo.
Las asociaciones parroquiales y vecinos de los distintos barrios itateños tuvieron a su cargo la preparación de cada estación.
El padre Roberto Simionato, presidió la vía dolorosa, acompañado por los sacerdotes Damián Picone y Bernardo Seo.
Al volver a la casa de la Virgen, en donde se meditó la decimocuarta estación, el rector del santuario impartió la bendición a todos los fieles y luego los invitó a celebrar, el sábado a las 21, la solemne Vigilia Pascual.
En la organización de esta celebración se contó con la colaboración de la Policía de Corrientes, la Prefectura Naval Argentina, los Bomberos Voluntarios, agentes de Tránsito Municipal, el Hospital "Dres. García" de Itatí y servidores de la Basílica.
Galería de imágenes: VÍA CRUCIS POR LAS CALLES DE ITATÍ
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