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miércoles, 30 de junio de 2021

Homilía del primer día de la Novena a la Virgen de Itatí

Como cada 30 de junio, comenzó en la Basílica la Novena a Nuestra Señora de Itatí, en preparación a su fiesta litúrgica que se celebrará el 9 de julio.

En el primer día del novenario se rezó por los docentes y no docentes, en actividad y jubilados, de las escuelas itateñas.

Presidió la santa Misa el padre Feliciano de los Mozos y concelebró el padre Derlis Sosa.


Homilía

Lema de la Novena 2021

MARÍA Y JOSÉ, PADRES TIERNOS Y OBEDIENTES

Día 30 – Primer día: SAN JOSÉ, PADRE VALIENTE Y CREATIVO

Comenzamos este primer día de la novena en honor de nuestra Madre la Virgen, este año acompañada de su esposo San José, en el año dedicado por el Papa a San José CON MOTIVO DEL 150° ANIVERSARIO DE LA DECLARACIÓN DE SAN JOSÉ COMO PATRONO DE LA IGLESIA UNIVERSAL.

Por eso el lema de toda la novena es: MARÍA Y JOSÉ, PADRES TIERNOS Y OBEDIENTES.

Hoy, rezamos de un modo especial por todo el personal docente y no docente de nuestras escuelas y centros educativos. Como ofrenda, en la oración de los fieles, se presentarán los docentes de nuestras escuelas de Itatí. En ellos queremos simbolizar a todos los docentes y personal que trabaja en las escuelas en todo el país, muchos de los cuales están siguiendo también esta trasmisión, a través de los medios.

El lema de este Primer día es: SAN JOSÉ, PADRE VALIENTE Y CREATIVO.

La verdad es que hay que ser muy valiente para aceptar cumplir las obligaciones de ser padre del Hijo de Dios. Una responsabilidad así, no la acepta cualquiera. Y las cosas no le fueron fáciles y sencillas. 

Y a la vez, resaltamos la creatividad de San José, para llevar adelante esa familia que formaron con María y Jesús.

Vuelvo la mirada de nuevo a nuestros docentes. Llevamos un año y medio de plandemia, tiempo en el que también ustedes han tenido que ser valientes y creativos. Este virus que ha querido frenarnos la vida y la libertad, la economía y el trabajo, las relaciones humanas y la forma de vivirlas... no ha frenado la valentía y la creatividad de nuestros docentes que, muchos con gran esfuerzo, se han adaptado a las nuevas tecnologías para seguir impartiendo las clases de manera virtual. 

Este curso ha permitido comenzar con las clases presenciales y con las ya conocidas burbujas. Ello ha duplicado el trabajo de ustedes sin aumento de sueldo, y ahí siguen, valientes y creativos, dando lo mejor de cada uno.

Como no puede ser menos, y por el cariño que saben que les tengo, una vez más les felicito.  Sigan así, y no bajen los brazos. El desafío que les toca vivir en este momento de plandemia, ha hecho desarrollar en ustedes cualidades para muchos insospechadas. Estén orgullosos y contentos, sabiendo que están respondiendo a los desafíos de nuestro tiempo como Dios les pide. Para ustedes, en esta novena de la virgen, una vez más, mi agradecimiento y felicitación en mi nombre y en nombre de toda la comunidad de Itatí.

Las lecturas de estos días parece que siguen una misma dirección. Todas de una manera o de otra hablan de salir y de lo que puede pasar en el camino. Salir es siempre arriesgado, como lo es la vida misma. Quien no arriesga, nunca logra nada. El que sale se tiene que enfrentar a lo desconocido y eso siempre nos resulta difícil, como en esta plandemia. Preferimos atenernos a lo conocido, al ámbito en el que nos sentimos seguros y a salvo. 

Pero a veces las circunstancias de la vida nos empujan a salir de nuestro ámbito de seguridad, de nuestra casa. Es el caso de Agar y su hijo. Abraham se ve forzado, aunque eso no le exime de culpa, de hacer salir de su casa a Agar y su hijo Ismaél, por los celos de Sara, que quiere asegurar el futuro de su hijo Isaac: pretende que sea el único heredero. 

Lo cierto es que Agar se ve empujada al desierto con el agua justa para sobrevivir. Llega a una situación de desespero. Pero, como dice el refrán: “Cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana.” En el mismo desierto en el que pensaba morir, se encuentra con un pozo que le da la vida. Dios no deja que mueran ni ella ni el niño. En el camino ha encontrado la esperanza. Lo desconocido se torna amigable para ella. Se ha encontrado con el Dios de la vida donde ella esperaba ya sentada la muerte.

Claro que no siempre nos gusta que nos saquen de nuestra seguridad. Los gerasenos vivían muy tranquilos. Sus endemoniados eran un problema pero lo tenían localizado al haberlos encadenado en el cementerio. Los gerasenos vivían tranquilos. No habían pensado que para Jesús, el enviado de Dios, la salud, la vida, de aquellos endemoniados era más importante que todos los cerdos del pueblo. (Quizás esto último sigue siendo también válido para nosotros. En nuestra sociedad, la salud y la vida, siguen siendo para Jesús más importante que “todos los cerdos del pueblo”).  

Quizá fuera posible que los gerasenos deseasen verse libres de los endemoniados. Pero no al precio de perder su riqueza, su comodidad, su seguridad. Era preferible que aquellos hombres sufriesen si ése era el precio a pagar por vivir bien. Lo que hace Jesús no les gusta. Por eso, le echan del país. Sin contemplaciones. 

Sería interesante examinar en qué zonas de nuestra vida no queremos que entre Jesús porque, aunque un poco endemoniados, preferimos no movernos de donde estamos.

RESUMO: hoy, en este primer día de la novena, se nos invita a ser valientes y creativos. A no aferrarnos a nuestras seguridades. A enfrentar lo que la vida nos pone por delante descubriendo en cada momento la voluntad de Dios. 

Pidamos al Señor a través de María, y de su esposo San José, que nos ayuden a responder adecuadamente. Así sea.

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