En el Día Internacional de la Mujer, @elpoetaoculto845 saluda con un poema a una de las grandes mujeres itateñas, la Señora Marylean.
De lechiguanas, de miel silvestre/
fermento de azahares
endulzando el costado abierto
de un antiguo lapacho
o la llaga sangrante
de un ceibo florecido de ocaso...
Vino exquisito
que embriaga, oculto
en la dulzura de su poción,
dulce porción del escondido
lagar de las abejas,
-tinto-, como la cabellera
de la nocturna muza
que visita tus desvelos.
Vino y miel/
melado licor aromado de estrellas/
de brisa nocherniega en las blancas
barrancas de tu pueblo/
de remansos y correderas/
de piedras y pacuríes/
de sauce y jacarandá/
de viento norte calcinando
los treinta y dos pétalos de la rosa
de tu nocturno jardín.
Así, es tu poesía, Marylean,
Señora de la Noche/
Dama del dulce decir.
Yo, que tengo de poeta -apenas-,
la ilusión,
y el sueño insomne
de aprendiz,
en humilde verso ensayado/
en hexasílabos rimados,
mi homenaje, te escribí:
“Riberas de tiza/
barrancas de cal,
te vieron poetisa
nacer, Marylean.
Las aguas azules
del gran Paraná,
y espumas, cual tules,
te hicieron soñar
con versos de azahares,
nocturno jazmín,
aroma a tus lares,
fragancia a Itatí.
Perfume a rosas,
lirio y pachulí,
a la Madre hermosa,
María de Itatí.
La noche es tu tinta,
la luna el papel,
aquel en que pintas
tus versos de miel,
tus versos bañados
de luna y cristal,
de azul trasnochado,
de río y de cal,
de aquel sitio amado,
Itatí, Marylean”.
En nombre del pueblo
que amo también,
aquel cuyo suelo
me viera nacer,
te obsequio estas rimas
e imploro al Señor,
que siempre en tu vida
te dé su favor
y a la Limpia y Pura,
-rogarle es mi afán-,
su manto te cubra
de amor, Marylean.
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