Leonor Elena Alvarado de Toñanez, comerciante, política e impulsora del básquet femenino en Itatí.
Había nacido en Rosario, provincia de Santa Fe, el 17 de noviembre de 1921. En el año 1945 conoce a quien sería su esposo y compañero por casi 60 años, un joven de 25 años de cabellos crespos, inspector del frigorifico Swift de Rosario, don Alberto Toñanez.
Junto a Alberto Toñanez, llega a Itatí en el año 1947, en 1950 adquieren la primera panadería de Itatí, la antigua "Panadería San Roque", la cual luego la convertirían en un almacén de ramos generales, más tarde anexarían, carnicería y carpintería.
Ya por esos años conocida por los vecinos sus conocimientos sobre el básquet, es invitada por el entonces prefecto del pueblo para impulsar el básquet femenino en Itatí, pedido al que accede con gran entusiasmo, fue tal el éxito de la convocatoria que con el devenir del tiempo se organizarían sendos campeonatos locales y departamentales lo que la llevó a ser una de las cofundadoras del Ateneo Parroquial de Itatí.
De espíritu siempre solidario su panadería atendería por años el Cottolengo de Itatí y todos los comedores parroquiales.
Fue además empleada pública teniendo a su cargo la Dirección de Rentas y el Registro Civil de Itatí.
Incursionó en la política, llegando a ser Presidenta del Partido Liberal de Itatí, impulsora junto a su esposo quien fuera concejal de Itatí ad honorem, de la agricultura y la ganadería como potencialidad del desarrollo económico local.
Se distinguió siempre por su elegancia y su espíritu solidario, madre de 5 itateños, Alberto, Jorge, Carlos, Francisco y María Elena, inculcó siempre el estudio y el trabajo a sus hijos y nietos como única herramienta para el progreso, trabajadora incansable en su hogar y en su comercio. Para las fiestas de fin de año realizaba artesanalmente más de trescientos pan dulces, cuyos moldes eran elaborados por sus hijos.
Participó activamente como tutora en la conformación de la Escuela Normal de Itatí, del cual uno de sus hijos fue egresado de la "Primera Promoción de Maestros Normales Regionales".
Después de 1975 su segundo hijo le traería profundas satisfacciones al ser reconocido como uno de los artistas plásticos más importantes de la provincia de Corrientes y del Chaco.
Tristemente, y luego de una larga enfermedad, en 1994 perdió a su hijo Jorge Osvaldo y en 1996 a su primer hijo, Alberto Marcelino. En 2004 partió su compañero de toda la vida, don Alberto Toñanez.
Jamás perdió su fe en Dios y en la Virgen de Itatí a quien amaba y se encomendaba siempre, se aferró a la vida y vio en las sonrisas de sus nietos la felicidad y el entusiasmo por seguir adelante, el levantarse a trabajar todos los días a las 6 de la mañana era su motor inagotable, no se entregó nunca ante las dificultades de la vida, siempre elegante y con una sonrisa como todos la recuerdan en Itatí. Falleció en primavera, el 25 de noviembre de 2010, a los 89 años.
Doña Leonor fue siempre el pilar y el centro de su familia. Podría decirse que descansa en paz porque dejó en su estilo de vida un camino para los que la recuerdan, su entrega, el amor por sus hijos y nietos, el trabajo incansable, su fe en Dios y su tesón en la vida hicieron de ella una verdadera fortaleza. Sus hijos y nietos la recuerdan siempre con amor y alegría.
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