Cada 30 de noviembre celebramos el “Día Nacional del Mate”, a partir de la ley sancionada en diciembre de 2014 por el Congreso de la Nación que conmemora el nacimiento del caudillo “Andresito” Guacurarí y pone en valor a nuestra “Infusión Nacional”.
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| Foto: Sole Vedoya |
El rito sagrado
Ramitas secas de naranjo recojo,
para encender el sol que caliente
la cristalina esencia líquida de la Tierra.
Al rito sagrado me dispongo…,
a la Celebración que hermana al amigo
y amiga al extraño.
La Yerba es la ofrenda que dio Ñamandú
a nuestros ancestros, y creó para altar
del sacro holocausto, la oblonga -perfecta-,
preñada figura del noble porongo.
Y, del Paraná, del Iberá o del Uruguay,
será el agua que acune la materia
sublime/sabrosa, verdiamarga
de la yerba mate.
El solemne ritual, ha iniciado…,
en el fértil vientre de la calabaza,
el agua caliente fecunda la hierba molida
y engendra en la espuma bullente,
el tibio vapor que eleva su aroma,
que inciensa con yerba
el místico culto, el rito sagrado del mate.
La grávida forma calienta las manos
que anhelan la luz de su seno,
y en acto de ofrenda
el mosto es sorbido,
y es loa, alabanza a la franca amistad,
uniendo en el cuenco las manos de todos
y en todos los labios, sabor fraternal.
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