Querida Itatí te vas acercando a una fecha muy significativa y relevante: recordarás tus 400 años de fundación!
Recordar, bajo la guía de la fe, tus raíces que van unidas a tu piedad mariana, junto a la "Purísima" durante estos 400 años han pasado ante tu mirada tantos acontecimientos políticos, culturales y sociales unidos intrínsecamente a tu "raíz religiosa".
Cuantos peregrinos al pasar por Itatí han confesado públicamente o no: “¡qué bien nos encontramos aquí al poner fe y confianza en esta visita!”.
Itatí ¿no te brota del corazón, el deseo de seguir caminando con María Santísima, por los senderos de la vida cotidiana como testimonio ante los innumerables peregrinos que seguirán pasando por este suelo de fe?.
Querida Itatí, celebrar tus 400 años de vida te invita a realizar un profundo examen de conciencia, no para autocastigarte, sino para purificar y renovar tu fe en las puertas del "Año Santo de la Misericordia".
Estos 400 años de fundación te invita también a permanecer en la escuela de María para ser fiel a tu propia identidad. Procura acoger y guardar en tu vida cotidiana las luces que la "Limpia y Pura Concepción", por expreso mandato divino, te envía día a día desde lo alto.
Tu misión es recordarle a tu pueblo y a cada peregrino una fe cristiana más convencida que debe transformarse en un testimonio de vida siendo así un antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio.
Estos 400 años te invita Itatí a abrir tu corazón, mirándola a la "Purísima", sabiendo que en este corazón materno están representadas cada familia del pueblo y del pueblo fiel que peregrina en la Argentina bajo el manto de la Virgen.
Querido pueblo de Itatí recordar tus 400 años de fundación te lleva a decir desde la fe: ¡Pueblo pródigo levántate y vuelve a Dios!, ya que eres poseedor de una gran reserva espiritual que heredaste. A la "Purísima" no dejes de encomendarle, día a día, la auténtica reconciliación que transfigura el corazón de las personas y de los pueblos.
Recuerda las palabras de Fray Luis de Gamarra pronunciadas en el año 1624: "Se produjo un extraordinario cambio en su rostro y estaba tan linda y hermosa que jamás tal la había visto". Esas transformaciones en el rostro de María de Itatí son signos de predilección para con su pueblo y es también un gran anuncio: María de Itatí transfigurada nos transfigura!.
Pueblo de Itatí al evocar tus 400 años de fundación y mirándola a Ella comprenderás que si el pecado es alejamiento y desencuentro, la reconciliación es acercamiento y reencuentro, superación de toda enemistad y retorno a la auténtica comunión.
El próximo 8 de Diciembre, un día después de la celebración de tu fundación, se iniciará en toda la Iglesia el "Año Santo de la Misericordia" y junto a la Virgen tendrás que mostrarle al pueblo de Dios, es decir a cada peregrino, el "Rostro de la Misericordia". A ti acudirán miles de peregrinos para ganar las santas indulgencias en este año jubilar. Hacer una peregrinación es señal de que la misericordia es una meta a alcanzar que requiere compromiso y sacrificio.
Querida Itatí gran tarea te espera para recordarle a tu pueblo cara visible de la misericordia y a cada peregrino a abrir el corazón llevando consuelo espiritual y material a tantos hermanos privados de dignidad y cumplir con alegría las obras de misericordia corporales y espirituales. Esta gran tarea titánica implica desterrar de nuestros hábitos diarios, de nuestras familias y de nuestras comunidades de fe las murmuraciones, las palabras movidas por los celos y la envidia y aprovechar lo bueno que hay en cada persona, convirtiéndose en instrumentos de perdón.
Pueblo de Itatí, el Señor te dice por medio de María: Levántate y camina siendo tú misma!, recorriendo a la luz de la fe tus 400 años de rica historia y lo serás en la medida en que te dejes reconciliar con Dios siendo instrumento de reconciliación entre tus hijos.
Querida Itatí con este rico bagaje sobre tus espaldas y mirando hacia adelante inmersa en la misericordia de Dios portando su bondad y ternura le dirás a todo aquél que pase por tu pueblo que puede alcanzar el bálsamo de la misericordia como un signo del Reino de Dios ya presente entre nosotros.
Querida Itatí, ¡Feliz Cumpleaños!
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