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domingo, 3 de mayo de 2020

Por la pandemia, la imagen peregrina de la Virgen de Itatí no estará en la fiesta de la Cruz de los Milagros

Debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19, este año la imagen de María de Itatí no visitará la Iglesia de la Cruz de los Milagros. 


Cada 3 de mayo sale desde Itatí una caravana acompañando a la imagen peregrina de la Virgen de Itatí para participar de los festejos centrales del día de la Cruz de los Milagros. Este año por la pandemia, no se podrá realizar. 

Por primera vez los correntinos honran a la Cruz en la intimidad de sus hogares. Hasta el año pasado las celebraciones desbordaban de gente, como cada 3 de mayo, con feligreses que copaban las calles aledañas, participa­ban de la procesión por los alrededores, junto a las imá­genes de santos y santas lle­vados desde las parroquias de toda la ciudad y de los pueblos aledaños. 

En esta oportunidad sólo se celebrará la Misa a puertas cerradas. La celebración la presidirá el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, a las 16 y será transmitida a través de las redes sociales. 

Al finalizar realizará una oración de consagración y súplica a nuestra Madre de Itatí, para pedir por el fin del coronavirus y el dengue. 


Símbolo de la correntinidad 
La fiesta de la Cruz se celebraba antiguamente el día de la fundación de la ciudad, el 3 de abril, pero a par­tir de 1806, por disposición del obispo Benito de Lué y Riega, se recuerda el 3 de mayo, a fin de evitar coin­cidencias con el comienzo de la Semana Santa. En la actualidad ambas fechas significativas se aprovechan para enmarcar el Mes de Corrientes. 

Cuenta la tradición, que los españoles, cuando fundaron la ciudad de Vera de las Siete Corrientes, el 3 de abril de 1588, después de elegir el lugar y antes de levantar el fuerte, decidieron erigir una gran cruz como símbolo de su fe cristiana.

El conquistador espa­ñol Juan Torres de Vera y Aragón levantó una cruz de madera, como expresión de la fe que impulsaba a sus acciones. El lugar fue atacado e incendiado por aborí­genes y solo la cruz se salvó del fuego. Por este inci­dente fue llamada “del Milagro”. 

El 3 de mayo de 1888, durante la celebración del tercer centenario de la ciu­dad de Corrientes, se colocó la piedra fundamental del templo actual y el obispo de Buenos Aires, Uladislao Castellano, lo bendijo y consagró el sábado 5 de junio de 1897. La cruz de madera de urunday mide unos tres metros de alto y es conservada junto a cinco retablos que datan de 1920, en el templo de la Santísima Cruz de los Milagros. 

Por una cuestión de seguridad y pre­servación, desde hace varias décadas que la auténtica cruz no se saca para la procesión. Se usa una réplica, exactamente igual.

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