En los últimos días el Paraná descendió más rápido, como si estuviera apurado ante la proximidad de las fiestas de la Virgen.
Sólo una parte del paseo costero queda anegado, el resto ya está liberado de las aguas del río Paraná.
Empleados municipales comenzaron las tareas de limpieza de la costanera, la que se ha visto afectada por las últimas inundaciones; en algunos sectores con algunos hundimientos y rajaduras.
La calle Benigno Garay también está libre de agua y las familias que allí habitan ya vuelven a sus hogares, igualmente el parador de los peregrinos de San Luis del Palmar.
Luego de dejar el nivel de alerta, en tan sólo un día el Paraná tuvo un abrupto descenso de casi 40 centímetros.
Galería de imágenes: EL RÍO BAJA
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