El 22 de febrero del corriente leo en este mismo blog de noticias un comunicado de prensa de la Basílica de Itatí en referencia a los resonantes casos de investigación sobre presunto narcotráfico en la localidad y las opiniones vertidas al respecto del sacerdote Pánfilo Ortega. Y debo decir que, como católico y ciudadano, he quedado estupefacto con tal escrito.
Comprendo que no es a la Iglesia a quien corresponde investigar, ni mucho menos, condenar o expedirse sobre casos penales. Además debo agregar también que quien firma el comunicado goza de un buen prestigio público, robustamente abonado por su recto proceder como sacerdote, especialmente en las actividades que emprendió en el Pequeño Cottolengo Don Orione anteriormente, y como hombre de bien. Es por eso que no deja de sorprenderme la publicación mencionada.
Sabemos que en los tiempos de hoy la corrupción ha hecho mella en todas las instituciones, y que no son ellas las culpables, las que deben ser separadas de las PERSONAS que son los finalmente responsables de sus actos inmorales. Pero refiriéndome a los dichos del padre Ortega, con excepción del amedrentamiento a un sacerdote que oportunamente habría denunciado actividades ilícitas (desconozco absolutamente sobre el tema), suscribo sus dichos.
No sé si era el momento oportuno pero lo cierto es que es tan innegable como la misma ley de gravedad de Newton. Qué habitante de a pie de Itatí no sabe que hay tráfico de drogas? Quien puede decir “no sé” cuáles son los barrios donde se concentran los movimientos más resonantes sobre este delito? O nadie conoce desempleados y precarizados “trabajadores” que exhiben bienes muebles e inmuebles fastuosos sin explicación alguna de un día para el otro? ¿Y sobre “el miedo de los ciudadanos de bien a denunciar”, no es cierto? Por supuesto que quienes NO integramos estas bandas, no sabemos sus manejos o grandes detalles. Pero la Iglesia de Itatí, al igual que TODOS los itateños, sabe de esto.
Entonces considero que este mensaje emitido por la Basílica intenta echar por tierra la verdad puesta sobre la mesa por Ortega, haciendo un TIBIO y GENERALIZADO comentario sobre el tema y teniendo una actitud más cercana a Pilato que a aquello de “LA VERDAD OS HARÁ LIBRES”. Me duele también que un pueblo autodenominado “Mariano” nadie haya dado una opinión en favor del Padre Pánfilo en ESTE TEMA en particular.
Al que no denuncie por temor, al que no hable, lo entiendo. Yo soy padre de familia y sabemos que ni elegimos ser agentes del orden y la seguridad, ni desconocemos las ligaduras con diferentes esferas de poder; de modo tal que el SILENCIO es la acción lógica y hasta de supervivencia. PERO LO QUE CONDENO FUERTEMENTE es castigar a quien valientemente dice las cosas como son. O acaso lo negaremos TRES VECES y luego nos ahorcaremos en la inmoralidad que de este acto emana?
El Padre Pánfilo Ortega es un sacerdote y un hombre como TODOS nosotros con luces y sombras y responderá ante Dios cuando sea oportuno. Pero dijo LA VERDAD. Vuelvo a recalcar que este escrito pretende reivindicar la actitud valiente de este sacerdote, cuestionar ESTRICTAMENTE la posición tomada en el comunicado mencionado y no busca dañar el buen nombre y honor NI DE QUIEN LO FIRMA, ni de la SANTA IGLESIA CATÓLICA de la cual estoy orgulloso de pertenecer.
DNI N° 27.837.762
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