Sofocante el calor en el interior de la Basílica de la Virgen. De cinco puertas laterales sólo están abiertas dos. Además faltan ventiladores en el sector central del templo.
Como cada fin de semana, son numerosísimos los peregrinos, promeseros y devotos de la Virgen que se acercan hasta el santuario para visitar a la Patrona del Litoral y participar de las misas que se celebran durante todo el día.
Con las altas temperaturas se vuelve sofocante permanecer en el interior del templo ya que sólo están abiertas dos de las cinco puertas laterales que posibilitan la circulación del aire y faltan dos ventiladores en la zona central del templo.
Los fieles recurren a las gorras, pañuelos, toallas y lo que tengan a mano para abanicarse y soportar el calor para poder participar de las celebraciones eucarísticas.
A esto se suma, que por momentos no se entiende lo que se dice por los micrófonos, haciendo dificultoso seguir con piedad la misa, problema suscitado desde el cambio del audio interior del santuario.
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