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sábado, 24 de enero de 2015

TERCER DOMINGO DURANTE EL AÑO

Primera lectura: Jonás 3,1-5.10; Segunda lectura: primera Cor. 7,29-31; Evangelio: San Marcos.1, 14-20.


El domingo anterior, la Palabra de Dios hacía hincapié en el llamado de Dios, un llamado que es en todo momento mientras caminemos en esta historia.

Hoy se sigue insistiendo en "que Dios llama", ante esto debemos de responder con el Salmo 24 "Muéstrame, Señor, tus caminos.".San Pablo en la segunda lectura de este domingo nos dice que ya sea casados, solteros, alegres o tristes, debemos estar atentos al llamado del Señor para corresponderle.

El Evangelio, llama a la "conversión", llamado tan común en tiempo cuaresmal, que es convertirse, muchos creen que es sólo rezar muchas oraciones, rezar está muy bien, pero convertirse es ante todo "vivir de acuerdo a la voluntad del Señor", no a la nuestra. “Habla Señor que tu siervo escucha", para ello debemos actualizarnos permanentemente en la lectura bíblica, del Papa y obispos cómo así mismo de los estudiosos de la Biblia. No podemos quedarnos con lo aprendido en el catecismo hace años. Es pedir al a Jesús lo de San Francisco de Asís: "Señor, haz de nosotros instrumentos de tu paz”, para que donde haya odio, yo ponga amor, ayude a superar las ofensas, discordias y errores.

Jesús llama a la conversión del egoísmo, individualismo, de la soberbia y la pereza, de la modorra y ponernos en pie, para caminar y caminar sin cesar.

Una cosa que los católicos no estamos teniendo en cuenta que los sacerdotes somos menos y las vocaciones casi nada. Que muy pronto o nos ponemos en actitud de misioneros, o corremos el peligro del empobrecimiento espiritual. En definitiva el permanente llamado del Papa Francisco es esto, ser testigos y misioneros en el ambiente donde nos movemos "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres" es el mensaje central de este domingo.

Hoy, como en los tiempos de Jesús, Él pasa cerca de nosotros y nos llama, "no seamos cómodos y hagamos oídos sordos". El compromiso adquirido por el bautismo, nos pide compromiso, un compromiso que no podemos eludir.

(Colaboración del padre José Quintana Peña fdp)

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