La misa solemne fue presidida por el padre Julio Vallejos, párroco del santuario de San Cayetano, ubicado en Riachuelo, Corrientes.
Al finalizar la celebración eucarística, las madres, siguiendo una tradición que ya lleva casi dos décadas, ofrecieron una flor blanca por cada hijo a la imagen auténtica de la Virgen que se encontraba en el presbiterio.
Una larga cola de fieles esperó el momento de pasar frente a la venerada Imagen de Nuestra Señora de Itatí, que por única vez en el año está abajo, tan cerca de los peregrinos.
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