Por la tarde, se realizó una procesión hacia el cementerio de Itatí portando la imagen de la Virgen. Allí el Padre Miguel Cacciutto rezó un responso.
Luego en la basílica, como todos los días se rezó el santo rosario y luego se celebró la misa dominical en la que se pidió por el eterno descanso de todos los fieles difuntos. Para ello la feligresía llevó al templo las fotografías de sus familiares y amigos fallecidos.
Después de la comunión, el Padre Miguel rezó el responso y bendijo e incensó las fotografías llevadas por los fieles.
Luego de la procesión, dos niñas homenajearon a la Virgen con un canto, y las misioneras que acompañaron la visita de la imagen de la Virgen a los barrios itateños, entregaron un presente al Padre Cacciutto por su servicio durante los días de la novena patronal. Al agradecer, el Padre Miguel dijo a los fieles que es una bendición estar a los pies de la Virgen y que se quedará para la fiesta del 16 de julio, lo que provocó el aplauso de todos los congregados en el santuario.
La misa concluyó solemnemente con la bendición y el Himno a la Virgen de Itatí, letra del Pbro. Esteban Bajac y música de Manuel Viladesau, en las vísperas de la fiesta patronal.
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