En la Basílica de Itatí se realizó la celebración central del Domingo de la Divina Misericordia. La Misa se celebró a las 17 presidida por el asesor del grupo, el padre José Quintana Peña.
Esta devoción recibió un gran impulso durante el pontificado de Juan Pablo II, quien proclamó la fiesta de la Divina Misericordia, a celebrarse todos los años el segundo domingo de Pascua, el 30 de Abril de 2000, al canonizar a santa Faustina.
En Itatí, se celebró la santa Misa con numerosos fieles locales que portaban sus cuadros para la Devoción en familia de la Divina Misericordia.
La celebración contó con gestos y momentos muy especiales como la aspersión con el agua bendita, recordando el tiempo de Pascua que vivimos los cristianos y el sacramento del Bautismo que se nos ha dado gracia a la misericordia de nuestro Padre Dios.
Seguidamente se procedió a la Liturgia de la Palabra, con las lecturas propias del domingo, y en el momento de la homilía el padre Quintana puso especial énfasis en cómo debemos hacer vida la misericordia que Dios, a través de su hijo Jesús, tiene para con nosotros, recordando: … “en la actualidad numerosas familias están sufriendo la desunión y la separación. En nuestras familias está faltando el amor. El amor entre los esposos, entre los padres y los hijos. Cada vez hay más familias deshechas, las separaciones conyugales son muchas. Porqué? Porque nos falta la paz, el amor, nos falta ser misericordioso….”
Luego la celebración continuó de la forma acostumbrada, hasta el momento de la acción de gracias, donde se realizó la bendición de los cuadros que los fieles llevaron al santuario.
Y después de la bendición final se procedió a la procesión con el Santísimo Sacramento y los cuadros de Jesús Misericordioso traídos desde sus hogares, por el interior del templo, en la misma se pidió especialmente por el Papa, por la Patria, por las familias , especialmente por aquellas que son víctimas de las inclemencias del tiempo.
Fotos: Prensa Basílica de Itatí
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