Cientos de feligreses congregados frente a la Basílica esperaron la llegada del Nuncio Apostólico. Estuvieron los representantes de las instituciones de Itatí, abanderados y delegaciones escolares y de las fuerzas de seguridad.
A las 10,35 pisó suelo itateño monseñor Adriano Bernardini, quien llegó acompañado por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik. Los fieles reunidos en la peatonal, frente al Santuario, saludaron la llegada del Nuncio, mientras la Banda de Música de la Policía de Corrientes interpretaba marchas militares, repicaban las campanas del santuario y detonaban las bombas de estruendo. Lo recibieron en la esquina de la Escuela Normal, las autoridades municipales, concejales y el rector del Santuario, padre Hugo Rubén Camino, quien tuvo a su cargo las palabras de bienvenida en el atrio del templo.
El municipio local honró al visitante nombrándolo Huésped de Honor y se le obsequió las llaves y el escudo de Itatí.
Por su parte, la cantante itateña Andrea Sosa homenajeó al delegado papal con “Peregrino soy”, y los alumnos de la Escuela Parroquial representaron el Himno del Centenario. En este día histórico para Itatí, y en homenaje a la Patria, la Banda de Música interpretó el Himno Nacional Argentino.
Al ingresar a la Basílica, monseñor Bernardini, se arrodilló ante la Sagrada Imagen de la Virgen de Itatí y tuvo un momento de oración, mientras la soprano Griselda Copani entonaba el Ave María de Schubert.
Alrededor de las 11,10 dio inicio la celebración eucarística presidida por el representante del Papa en la Argentina y concelebrada por monseñor Stanovnik y monseñor Luis Stöcker, obispo de Quilmes, además de sacerdotes y diáconos de la arquidiócesis de Corrientes.
Antes de finalizar la misa solemne se rezaron las oraciones ante la Cruz de los Milagros y a la Virgen de Itatí, tras lo cual monseñor Bernardini impartió la bendición a todos los presentes que colmaron el santuario mariano.
Culminada la celebración religiosa el Nuncio Apostólico, monseñor Adriano Bernardini y monseñor Andrés Stanovnik compartieron el almuerzo con las autoridades locales, sacerdotes, religiosos e invitados especiales en el salón parroquial.
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