El día 14 de este mes beatificarán, en la provincia de Córdoba, a José Gabriel del Rosario Brochero, será propuesto oficialmente por la Iglesia como modelo de cristiano, aunque los pobladores de detrás de las sierras cordobesas ya sentían y experimentaban la gracia de su santidad, cuando él incansablemente, recorría los retorcidos caminos serranos a lomo de mula.
Fiel a su vocación sacerdotal, no se quedó encerrado en su casa parroquial, sino que salió y trabajó por la dignidad humana integral de los campesinos y pobladores de su curato, quizás imitando la paternidad de San José, que protegió denodadamente a la familia de Nazaret.
La exclusión, la incomunicación, la pobreza espiritual de aquellas gentes se fijaron en su corazón y de allí su tenacidad para hacer crecer aquel olvidado paraje en el que fue pastor, padre y arquitecto, causa por la cual llegó a golpear las puertas mismas del Congreso de la Nación.
El padre Gabriel del Rosario hizo notables esfuerzos para que la gente pobre interiorice la Palabra de Dios, popularizando los ejercicios espirituales ignacianos o inculturando el vocabulario teológico en los modismos campesinos, para que la Palabra de Dios no caiga en terreno estéril.
De esta manera, imitaba a Jesús llevando la "Buena Nueva" en primer lugar a los pobres (Lc. 4,16-20), para una promoción humana integral.
La beatificación de Brochero debe animar a toda la Iglesia y especialmente a la Iglesia Argentina a proponer respuestas eficaces al mundo de hoy, siguiendo el estilo pastoral del "Cura Gaucho".
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