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domingo, 6 de marzo de 2011

EL BARRIO IBIRAÍ ESTÁ AISLADO, SEGÚN EL DIARIO ÉPOCA

ITATÍ: EL INSÓLITO AISLAMIENTO DEL BARRIO IBIRAÍ POR LA FALTA DE UN PUENTE EN EL CAMINO DE ACCESO 


Los pobladores del barrio Ibiraí en la localidad de Itatí todavía no encuentran explicación a lo que sucede y hasta les cuesta relatar -sin bronca- la insólita historia de cómo una obra pública, que pagaron de su bolsillo, no está en uso por la obstinada negación de la Municipalidad local. 

Sucede que los vecinos del barrio, emplazado a pocas cuadras al Este de la Basílica de Itatí, sufren el aislamiento por las pésimas condiciones del único camino de acceso. Cada vez que crece el río Paraná, un brazo de agua inunda la calle e impide el tránsito de cualquier vehículo. El problema también se presenta con cada lluvia intensa. 

Cansada del prolongado padecimiento la gente del Ibiraí (que en guaraní significa “árbol chico”) se juntó, aportó dinero y trabajó para la construcción de un puente en el camino de acceso. La obra, que debía ser responsabilidad del Estado, pero que fue financiada y ejecutada por la comunidad sin ayuda oficial, se terminó a mediados del año pasado, pero hasta la fecha no fue utilizada. 

Dicen los vecinos que el Municipio se empecinó en impedir el funcionamiento del puente y como consecuencia condena a la comunidad a lidiar con un camino intransitable. En vano una comisión de pobladores del Ibiraí intentó entrevistarse con el intendente César Eliécer Torres para exponerle la situación y buscar una solución. No tuvieron suerte. 

“Torres se niega a atendernos, es más impidió que Vialidad Provincial trabaje en la zona y mandó a hacer un arreglo, que no sirve, al costado del puente que nosotros construimos”, explicó Oscar Horacio García uno de los integrantes de la comisión vecinal. 

La historia del puente resulta insólita, pero es real. Luego que los vecinos terminaron de construir el puente -en junio de 2010- recurrieron a la Municipalidad para que los asistiera en el acabado de la obra. Era indispensable rellenar el camino con tierra -una suerte de terraplén-de tal modo que la estructura del puente quedará a nivel de la calzada. La Intendencia negó la ayuda, dicen. Entonces los vecinos recurrieron a la Dirección Provincial de Vialidad, que a través del ingeniero Justo Espíndola se dispuso a brindar la asistencia necesaria para concluir el trabajo de rellenado y compactación del acceso al puente. 

Los vecinos estaban dispuestos a pagar el combustible de los camiones volcadores, la retroexcavadora, entre otras máquinas viales, pero la cooperación no se concretó. 

Según denuncian, el intendente Torres le negó a Vialidad la autorización para trabajar en su jurisdicción. Acto seguido el Municipio mandó a entubar el brazo de agua, pero al lado del puente (no abajo) y lo rellenó con tierra. Ahora entonces el camino está literalmente obstruido por la estructura del puente que no tiene terraplén y al lado hay un sendero entubado. 

“Eso no sirve, el puente es la única solución cuando crece el río”, dice Adolfo Aquino que fue el “arquitecto” de la obra comunitaria. Sin diálogo con Torres y aislados los vecinos planean llevar el reclamo al Gobierno y si no son oídos, no descartan una protesta sonora en Itatí. 

La comisión está integrada por los mencionados García, Aquino, Mirna Feliciana Jara, Mario Alejando Scherer y Enrique Páez. 

Diario Época

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