El 1º de noviembre se realizará la bendición a todos los “Angelitos” en el atrio de la Basílica de Itatí a las 18,30 para recuperar la tradición en contraposición de la fiesta extranjera de “Halloween”.
Los organizadores invitan a todos los niños a vestirse de angelitos y participar de esta fiesta. Luego de la bendición en el atrio de la Basílica, cada grupo de niños irá a su barrio para iniciar la recorrida diciendo: “¡Ángeles somos, ángeles somos, del cielo bajamos pidiendo la bendición, colación colación!”
La fiesta que se celebra tradicionalmente en la fecha de la Solemnidad de Todos los Santos, es una costumbre propia de los pueblos de Corrientes. La Fiesta de los Angelitos es el preludio del día de todos los fieles difuntos.
Desde el día anterior a la fiesta de los ángeles, es una tradición preparar dulces, golosinas, “campanelli”, bizcochos y postres tradicionales para esperar a los niños que salen a recorrer con su inocencia y candor las calles de nuestro pueblo al son del tradicional canto “¡Ángeles somos, ángeles somos, del cielo bajamos pidiendo la bendición, colación colación!” Entonces las puertas de las casas se abren para recibir a través de los niños el mensaje de bendición de los ángeles. El hecho de abrir la puerta implica, por un lado recibir la bendición de los ángeles y a cambio se regala un dulce; y por otro, el agradecimiento del niño con versitos o un canto.
Son estas, costumbres de sana diversión, en las que la fiesta va de la mano de lo espiritual, y relacionado con los ángeles y santos. Gracias a Dios todavía hoy así vivimos, aunque no veamos multitudes de niños, la tradición se mantiene viva, y debemos respetar y hacerla transitar de generación en generación, rescatando del viejo baúl de nuestros recuerdos la inocencia de un pasado angelical y dejar de lado el avance extranjero de Halloween (cuando las brujas desplazan a los ángeles y santos).
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