“La muerte es el fin de la Peregrinación terrena del hombre, el tiempo de gracia y de Misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su último destino. Cuando ha tenido fin el único curso de nuestra vida terrena, ya no volveremos a otras vidas terrenas” (Catecismo de la Iglesia Católica, Nro. 1013)Hoy recordamos a todos los que han peregrinado antes que nosotros por este mundo y oramos especialmente por nuestros seres queridos difuntos, deseando que estén ya compartiendo la vida divina.
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