Músicos latinoamericanos actuaron en Capital para transmitir un mensaje para la protección del planeta. El Eco Club de Itatí participó del evento.La orquesta Río Infinito finalmente desembarcó en orillas correntinas. El jueves por la noche, tal como estaba programado, una decena de artistas de América latina “coparon” la Terraza del Chamamé en la Costanera General San Martín. Pero ellos no estuvieron solos porque un puñado de músicos chamameceros también fueron de la partida, quienes se arrimaron al fogón imaginario para sumar sus voces e instrumentos en un mismo clamor: cuidar las cuencas hídricas, en este caso la del río Paraná.
Además, niños y jóvenes de distintos barrios capitalinos, del interior de la provincia y del Nordeste argentino. Ellos a su vez hicieron su paso por ese escenario para leer las respectivas cartas de intención en las que pedían compromiso de todos los ciudadanos y de los funcionarios en especial para preservar el medio ambiente en su conjunto.Así lo hicieron integrantes de los eco clubes de Itatí y Saladas, entre otros, además de jóvenes de Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones y Santa Fe, de la mano del Instituto de Cultura Popular (INCUPO).
Kilómetros de integraciónEntre los músicos chamameceros que compartieron el escenario estuvieron Gicela Méndez Ribeiro, Jorge Bernárdez, Juanchi Cabrera.
Uno de los momentos más emotivos fue protagonizado por Julio Cáceres, integrante de Los de Imaguaré, quien por pedido del público volvió a escena para cantar Kilómetro 11. Pero no fue una versión clásica porque el costarricense Manolo Bordón -director de la orquesta- se sumó con el órgano, al igual que la panameña Yomira John con maracas, y el ecuatoriano Mauricio Vicencio, con charango.
La emoción ganó el corazón de los músicos y del público, premiando el intercambio cultural que se realizó ahí sobre el escenario y para cuidar nuestra casa grande: la Tierra.
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