El 3 de febrero es una fecha tenida muy en cuenta por muchos cristianos. Se celebra del día de San Blás, obispo y mártir de la Iglesia. En la Basílica de Itatí hubieron misas y bendición de las gargantas.
En este día se recuerda al Santo protector de las gargantas. San Blás fue obispo en el siglo IV. La tradición habla que con su bendición salvó a un niño que se le había atravesado una espina de pescado en la garganta.
Todavía sigue siendo muy fuerte la tradición de la bendición de las gargantas. Como todos los años en la Basílica de Nuestra Señora de Itatí cientos de personas se acercaron para participar de las misas y de la bendición de las gargantas.
La celebración central se realizó a las 19 y estuvo presidida por el rector del santuario mariano, padre Hugo Camino, quien bendijo a los presentes con la oración que dice: "Que por la intercesión de san Blás, obispo y mártir, te libre Dios de todo mal de la garganta y de qualquier otro mal. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo", y luego impuso a los fieles las velas bendecidas el 2 de febrero, día de la Candelaria.
De esta eucaristía también participaron los socios del Apostolado de la Oración, ya que este año coincidió la fecha con el primer viernes del mes, dedicado a honrar al Sagrado Corazón de Jesús.
Muchos pensarán que, la celebración de San Blás y la bendición de gargantas, es una tradición que quedó en las personas mayores, pero sucede todo lo contrario. Es notable la presencia de jóvenes, de madres y padres con sus hijos pequeños. Es una tradición que se heredó de los padres y los abuelos y se fue pasando de generación en generación.
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