La construcción de la costanera Itateña llegó hasta el ex muelle, convirtiéndose en un atractivo para los turistas.
Con sus barandas rojas y pilares verdes, la obra se extiende desde la Prefectura hasta el viejo ex muelle construido en 1925, al cual lo bordea y se puede acceder a través de una escalera.
La bajante del río benefició las tareas de construcción sin inconvenientes, contrariamente a lo ocurrido a fines de agosto de 2011, cuando una onda de crecida del Paraná inundó todo el tramo construido.
Ante la falta de oferta de actividades turísticas en Itatí, los miles de visitantes han encontrado en la costanera un lugar para ver el río en todo su esplendor y tomarse fotografías aprovechando el paisaje natural.
Aunque no hay información oficial de cómo continuarán las obras, se supone en base al sentido común, que se realizará la parquización de todo el área.
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