En la Misa que se celebró a las 19 las madres ofrecieron a la Virgen una flor blanca por cada hijo.
La celebración eucarística fue presidida por el Arzobispo emérito de Resistencia, Monseñor Fabriciano Sigampa y concelebrada por sacerdotes de distintas comunidades.
Monseñor en su excelente homilía pidió rezar por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, el acompañamiento de las familias a los jóvenes y realizó una férrea defensa de la vida.
Antes de finalizar la liturgia, se cantó el Himno a la Virgen de Itatí, momento en que las madres levantaron en alto las flores blancas, dando una imagen única, emocionante y de tributo a la Madre de Itatí.
Luego, mientas se rezaban súplicas y cantos marianos, las madres ofrendaron las flores a la Virgen, una por cada uno de sus hijos.
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