Gonzalo es un guerrero de 21 años oriundo de Itatí que enfrentó un trasplante bipulmonar en Buenos Aires y ahora transita 72 horas claves luego de una cirugía exitosa. Padece fibrosis quística y desde el año pasado aguarda un donante que le permita mejorar su calidad de vida. Cuando sus energías parecían agotarse, pidió al cielo y en voz alta por sus órganos o que Dios se lo llevara. “Era ahora o ya no sé lo que le esperaba. Teníamos mucha fe", contó su madre a La Dos.
Gonzalo Barrios tiene 21 años y afronta una de las batallas más duras de su corta vida: recibió un doble trasplante de pulmón que esperaba desde el año pasado junto a su madre en la Ciudad de Buenos Aires. Los órganos llegaron finalmente en la madrugada del martes y ahora transita 72 horas claves luego de salir del quirófano.
Convive con fibrosis quística desde su nacimiento, enfermedad que le detectaron a los tres meses de vida, y que en los últimos tiempos deterioró considerablemente su salud. Para más, la pandemia que golpea al país y a la Capital Federal hizo que incluso deba convivir con su soledad en la terapia intermedia, al tratarse de un paciente de alto riesgo.
“Estamos en las horas cruciales”, contó Vanesa a La Dos mientras aguardaba las noticias de los profesionales que encararon una maratónica intervención de entre 12 y 14 horas en el Hospital Italiano. “Si no te llamo antes de las 22 todo está yendo bien, si no preocupate. Tenemos mucha fe de que todo va a salir bien. Y después de las 72 horas que un trasplante así exige podemos empezar a cantar. Mientras tanto mantenemos la calma”, agrega.
Gonzalo tiene una capacidad pulmonar de menos de 17% y una de las condiciones del INCUCAI para entrar en la lista era instalarse en a Buenos Aires y aguardar la llegada de un donante.
Cuenta también que el sábado recibió una llamada preocupante de la jefa de Terapia, donde Gonzalo pasa la mayor parte del día. “La doctora lo veía como muy solo y a pesar de mostrar mucha fortaleza no querían que decaiga. Entonces me permitieron ir a ver a mi hijo de sorpresa el domingo. Me dijo que no daba más y le pidió en voz alta a Dios: ‘Contestame, me das mis pulmones o llevame porque no aguanto más. Mamá no puedo más estoy cansado’. Yo le decía que tenga fe, que va a llegar”, detalla.
En la madrugada del martes, ya Vanesa de vuelta en el departamento que su obra social le provee, vuelve a recibir otra llamada a la una de la mañana. “Estaba haciendo cualquier cosa, lo llamo, y cuando lo escuché llorar atiné a mirar a mi mesita de luz al Sagrado Corazón y a la Virgen de Itatí y dije ya está, me diste lo que necesitaba”. Fue el momento en que recibieron la buena noticia de la llegada de los órganos y el inicio del operativo para el trasplante.
“A nosotros nos tocó desde que nació a toda la familia. Desde chiquito siempre tuvo mucha fuerza. Nunca conocí a una criatura así. Tantos pinchazos, tantas agujas. Tengo el llanto en la memoria. Sabía que iba a llegar un momento que iba a poder revertir todo eso”, cuenta la madre.
“Siempre me encomendé a la Virgen de Itatí. Cuando nació fue algo muy especial. Yo era muy joven y no conocía no entendía la enfermedad. Siempre le pedí que si estaba dentro de las posibilidades me dejara luchar por él. Ella fue siempre la que nos iluminó”, revela al hablar de su devoción a la patrona de Corrientes.
A sabiendas de la complejidad de la fibrosis quística, la familia entera es consciente y espera que pueda lograr sus sueños. “Que pueda cumplirlos es lo único que deseamos; él quiere estudiar, ser alguien en la vida, ganársela. Tener un trabajo digno. Quiere hacer muchas cosas. Terminar sus materias. Quiere sentirse útil tener algo por sí solo”.
Al cortar la llamada, continúa el momento clave de la larga cirugía, de la que Vanesa y su familia confían que Gonzalo superará con su fortaleza y la poderosa mirada en timbó de María de Itatí. Todo un pueblo se encolumna detrás de ella y ruega ilumine a este joven guerrero de tan solo 21 años.
La Fibrosis Quística es una enfermedad genética, hereditaria y progresiva, tiene tratamiento pero hasta hoy día no existe la cura. 7164 personas necesitan un trasplante para salvar su vida en este momento, entre ellas, miles de chicos que esperan poder mejorar su calidad de vida.
Debido a la pandemia por el nuevo coronavirus COVID-19, la atención a pacientes en lista de espera y trasplantados se realizará exclusivamente a distancia de lunes a viernes de 10 a 16. Para ello. el INCUCAI informó las líneas de comunicación oficiales:
WhatsApp: (+54 9) 11.2154.8518/ 11.2156.4910/ 11.2156.5667/ 11.6653.4136
Correo electrónico: pacientes@incucai.gov.ar
Súplicas en la Basílica
Al igual que en varias oportunidades, ayer por la tarde se rezó el santo Rosario pidiendo por la pronta recuperación de Gonzalo y luego se celebró la santa Misa.
Con información de La Dos
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