El histórico madero, después de 7 meses de haberse quebrado, fue restaurado y colocado junto a la imagen de la Virgen peregrina, en el interior del santuario.
Estuvo tres años y medio a la intemperie, al costado de la Basílica, soportando calor, frío, sol y lluvias, hasta que el 25 de enero de 2013 durante una fuerte tormenta se quebró, como lo informó Noticias Itateñas, y estuvo depositada en la sacristía de la Basílica hasta ahora que ha sido restaurada y ubicada en el interior del templo.
Según el licenciado Miguel Fernando González Azcoaga, la historia de la Cruz Fundadora parece hallar crédito en una antiquísima como venerable tradición de la que se hicieron eco no pocos historiadores y que el Padre Esteban Bajac, uno de ellos, historiador y doctor respetable de la Diócesis de Corrientes en tiempos del Obispado Niella, explicó sobradamente recordando que en el primitivo cementerio de la Reducción Franciscana de Itatí se levantó, por los años de 1615, “una cruz idéntica en la forma a la del milagro, cruz que hoy figura en el Santuario de Itatí en su altar lateral de la parte de la epístola: la leyenda afirma que los indios recogidos por el general Alonso, en la reducción de las inmediaciones del Yaguari, fabricaron esa cruz con las ramas del mismo árbol con que se construyó la de Arazaty. Sea lo que fuere de esta leyenda, la verdad es que su forma y caja de madera la representan; es más pequeña y de urunday”.
Lo cierto es, no obstante lo certero de las crónicas, que la cruz es vieja en su estructura y existe todo un recorrido perfectamente verificable en su devenir secular. Por ello, hacia 1856, Fray Juan Nepomuceno Alegre, Cura Párroco del Santuario de Itatí, hizo traer la cruz para entronizarla en la capilla del cementerio franciscano del pueblo de Itatí, que se terminaba de inaugurar, de donde en 1916, en solemne acto público y religioso, los venerables Monjes Benedictinos, hicieron conducir la preciosa reliquia hasta el santuario donde se la entronizó solemnemente como lo recuerda Bajac.
Producido el desmantelamiento del antiguo santuario, y ante la apertura del nuevo, en 1950, la cruz mudó una vez más de lugar para ser dispuesta en su interior, y allí estuvo hasta 1980 cuando se inauguró el Museo de Arte Sacro de la Pura y Limpia Concepción, a cuyo recinto pasó con sobrados méritos para presidirlo.
El deterioro de la antigua Iglesia de Alegre y Obieta, y el obligado desmonte del Museo Sacro para las obras de puesta en valor, en 1997, que tardaron años en concretarse y recién culminaron en 2004, con motivo del Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Corrientes, empujaron a la cruz y al valioso legado museístico al destino incierto de los depósitos, de los que las piezas, menos la cruz, volvieron a salir cuando en 2005 se realizó a través de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia, la puesta en valor y remontaje del Museo de Arte Sacro. Pero la Cruz Fundacional de Itatí no regresó por alguna causa no conocida, permaneciendo en los depósitos pese a los reclamos continuos de devolverla al ámbito del Museo, a un espacio allí preparado para su preservación.
En 2009, en ocasión de las obras de restauración y refacción de la Basílica, la cruz fue colocada al costado del templo, en un lugar inadecuado, a la intemperie, hasta que durante una fuerte tormenta se quebró y estuvo depositada en la sacristía del santuario.
Finalmente, después de 7 meses, la Cruz Fundadora de Itatí fue restaurada y volvió a ocupar un lugar en la Basílica, junto a la imagen peregrina de la Virgen.
ASÍ ESTUVO DURANTE CASI 4 AÑOS
DURANTE UNA TORMENTA SE QUEBRÓ (25.01.13)
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