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sábado, 3 de agosto de 2013

¡FELIZ DÍA DEL PÁRROCO!

Queremos saludar a todos los Sacerdotes y especialmente a los Párrocos amigos y lectores de Noticias Itateñas, en el día del Párroco, al recordar la memoria del Santo Cura de Ars.


Al celebrar a San Juan María Vianney, celebramos a quién es patrono de los sacerdotes y modelo para el ejercicio de la cura de almas, es decir, ser "cura Párroco".

"Y esta vida en Cristo es precisamente lo que garantiza nuestra eficacia apostólica y la fecundidad de nuestro servicio: ‘Soy yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero’. No es la creatividad pastoral, no son los encuentros o las planificaciones lo que aseguran los frutos, sino el ser fieles a Jesús, que nos dice con insistencia: ‘Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes’ (Jn 15,4). Y sabemos muy bien lo que eso significa: contemplarlo, adorarlo, abrazarlo, especialmente a través de nuestra fidelidad a la vida de oración, en nuestro encuentro cotidiano con él en la Eucaristía y en la personas más necesitadas" (Papa Francisco, Río de Janeiro, 27.07.2013).

4 de agosto: SAN JUAN MARÍA VIANNEY 
El Santo Cura de Ars (1786-1859), miembro de la Tercera Orden Franciscana. Nació en Dardilly (Lyon, Francia) el año 1786. 

Eran los agitados tiempos de la Revolución Francesa. Tuvo que superar grandes dificultades en los estudios para llegar a ordenarse de sacerdote en 1815. 

Fue despedido del seminario de Lyon por insuficiencia, pero con la ayuda del abate de Balley pudo completar los estudios. Después de la ordenación comenzó su ministerio, pero sin licencias aún para oír confesiones. Completada su formación, se le confió la parroquia de la pequeña aldea de Ars, que gobernó y promocionó maravillosamente con su constante predicación, mortificación, oración y caridad. 

Difundió el mensaje evangélico con la catequesis que a diario impartía a niños y adultos, con la reconciliación que administraba a los penitentes, con sus obras de ardiente caridad alimentada en la Eucaristía. 

Estaba dotado de unas cualidades extraordinarias como confesor, lo cual hacía que acudieran a él fieles de todas partes. 

Murió el 4 de agosto de 1859. Pío XI lo nombró patrono de los párrocos.


SONRÍA, PADRE

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