En el segundo día del triduo de preparación a la fiesta del aniversario de la coronación de la Virgen, las madres ofrecieron una flor blanca por cada hijo.
Como parte de los festejos en honor a Nuestra Señora de Itatí, se celebró el segundo día del triduo con el santuario repleto de peregrinos.
Antes de finalizar la celebración eucarística, las madres en una larga procesión ofrecieron flores blancas por cada hijo a la Virgen de Itatí.
Los sacerdotes recibían la ofrenda de las mamás y las bendecían, muchas de ellas con lágrimas en los ojos dejaban el ofrecimiento por sus hijos.
Los canastos se llenaron de las flores que luego engalanarán el anda de la Virgen peregrina en los festejos del 16 de julio.
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