EL 16 DE MAYO HABRÁ DOBLE FESTEJO EN ITATÍ

El domingo 16 de mayo en la Basílica de Itatí se celebrará la Fiesta de San Luís Orione, en el sexto aniversario de su canonización, juntamente con la Fiesta Mensual de Nuestra Señora de Itatí, que se realiza todos los meses.

Los actos están programados para comenzar a las 15 horas, con la concentración de delegaciones y peregrinos en la Basílica, y a las 15,30 dará inicio la solemne procesión con las imágenes de San Luis Orione y la Virgen de Itatí, luego de la misma se oficiará la santa Misa.
Se invita a toda la feligresía a participar de estas celebraciones.

DON ORIONE SANTO
El 16 de mayo de 2004 el Papa Juan Pablo II canonizó a Luís Juan Orione en la plaza San Pedro del Vaticano, es por ello que se impuso esta fecha como la de su festividad litúrgica. Don Orione es el fundador de la congregación de los Hijos de la Divina Providencia, a la cual pertenecen los sacerdotes y religiosos que atienden el Santuario de la Virgen de Itatí y el Pequeño Cottolengo “Don Orione”.

"A los pies de la Santísima Virgen de Itatí he podido celebrar dos misas y he pasado horas dichosas, y raramente he sentido tanto gozo como aquí, entre éstos, nuestros hermanos”.
Con estas palabras escritas en una carta del 28 de junio de 1937, Don Orione contaba la experiencia de su visita a la tierra correntina donde la Madre de Dios quiso quedarse muchos años antes para acompañar a sus hijos.

En enero de 1935, durante su segunda visita a nuestro país, Don Orione había aceptado el insistente pedido del nuncio apostólico monseñor Felipe Cortesi para que la Pequeña Obra de la Divina Providencia asumiera y administrara el Santuario de Nuestra Señora de Itatí, la parroquia y el colegio. Una vez dado el sí, y antes de enviar a sus hermanos religiosos, Don Orione quiso adelantárseles para conocer el lugar y recibirlos como padre. Es así que visita Itatí el 27 de junio de 1937.

El padre Luís Orione recorrió junto al padre Benito Anzolín – rector del santuario por entonces- las fosas cavadas para levantar los cimientos del actual templo. Bendijo a los obreros de la construcción, entre los que se encontraba don Cándido Fernández, y les indicó que no tuvieran miedo a los peligros que se les presentaran porque la misma Madre de Dios los sostendría y protegería en sus labores.

Desde los comienzos, Don Orione consideró a Itatí la avanzada de la gran devoción de la Virgen, uno de los motivos-guía de la congregación que había fundado tres décadas atrás en su Italia natal.