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miércoles, 5 de mayo de 2010

SE REALIZÓ LA 14° PEREGRINACIÓN A LA CRUZ DE LOS MILAGROS

El lunes 3 de mayo, como es tradicional, se realizó la 14° peregrinación acompañando a la Imagen Peregrina de la Virgen de Itatí a la ciudad de Corrientes para participar de la Fiesta de la Cruz de los Milagros.

Los fieles itateños partieron a las 13,30, bajo una persistente llovizna, acompañando a la Imagen de la Virgen Peregrina.

Al arribar a Corrientes participacion de la celebración central que dio inicio a las 16 con la procesión por las calles Buenos Aires, 25 de Mayo y Salta, de la que participaron numerosas comunidades parroquiales con las imágenes de sus santos patronos, y que concluyó con la Misa solemne en el Club San Martín, presidida por el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik.

En su homilía el Arzobispo dijo que la falta de diálogo y debate conduce al “abandono de las responsabilidades”. A los gobernantes les pidió “mirar la Cruz” para “superar la pobreza que nos aflige”. Stanovnik apeló a “la fe del pueblo correntino”, como espacio de convergencia y coincidencia.

Bajo el título “La cruz en el tiempo presente”, en el segundo subtítulo de su homilía el Arzobispo de Corrientes Andrés Stanovnik le pidió a los dirigentes políticos y a los funcionarios “más esfuerzos, paciencia y perseverancia en el diálogo” en busca del “bien común”.

Ante la multitud, funcionarios del Gobierno provincial, municipal; legisladores y concejales el prelado dijo: “Todos sabemos cuánto cuesta confiar, dialogar, crear espacios amplios de debate y sostenerlos luego en el tiempo, con paciencia y perseverancia. La distancia y el aislamiento nos conducen a confrontaciones inútiles y al abandono de responsabilidades”.

A más de un representante de Estado, las palabras justas del Arzobispo les hizo sonrojar. Stanovnik encontró además la aceptación de los 5.500 fieles presentes en el estadio, de cada una de sus frases.

En su extensa homilía Stanovnik aseguró que “no es humano ni cristiano vivir en un desentendimiento permanente”. Argumentó que “la sabiduría de la Cruz nos enseña que la vida vale la pena y tiene sentido sólo en la medida que esté orientada hacia el bien de los demás”. A los “ciudadanos y gobernantes” les pidió “mirar la Cruz y ver en ella el camino que Dios nos traza para volver a él y para acercarnos entre nosotros. Dios quiere y puede sacarnos del abismo en el que nos sumerge el desencuentro”, sostuvo ante el estadio repleto.

Constantemente el Arzobispo apeló a la espiritualidad y la fe del pueblo correntino, como espacio de convergencia y coincidencia; tanto de las necesidades como de las soluciones, y los valores eclesiásticos como herramientas de conciliación.

“Los valores espirituales de nuestro pueblo se manifiestan en la preciosa herencia de la santísima Cruz de los Milagros, y la hermosa imagen de la Virgen de Itatí. En ellos está la fuerza impulsora para superar muchas pobrezas que nos afligen y preocupan. La fiesta de la Cruz es una ocasión para plantarla de nuevo en el corazón de nuestro pueblo y de sus gobernantes”, dijo Stanovnik.

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