Toda familia es un lugar que forma (o debería hacerlo) en la más rica humanidad y en la construcción de sólidos y sanos vínculos sociales.
También, está llamada a ayudar a que sus integrantes crezcan sanos, fuertes, contenidos y cuidados, madurando día tras día como personas. La familia cristiana, además, tiene la sublime misión de ayudar a sus miembros a madurar en la fe, en ese encuentro fecundo y auténtico con Dios que conduce a servir a los demás en la caridad.
Que la Sagrada Familia bendiga y proteja a nuestras familias, para que sean: santuarios de vida, iglesias domésticas; la "primera escuela", el "mejor hospital y geriátrico" para cada uno de sus integrantes; para que constituyan faros o ámbitos en los cuales brille el amor, la bondad, la gratitud, la compresión, el mutuo afecto, el diálogo y el pendón, la fe viva y transformante... ¿cuál es el grano de arena que debo aportar para que mi familia se asemeje un poco más a la de Jesús? Bendecido fin de semana.
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