Ya son 31 familias las que debieron abandonar sus viviendas debido a la creciente del Paraná, que aumentó el nivel en 26 centímetros, llegando a los 7,74.
Las zonas más afectadas siguen siendo el barrio Ibiray y los bajos del Pujol debido a que el agua ingresa por el estero e inunda las casas aledañas.
Ayer, un equipo de salud del Hospital de Itatí visitó a los evacuados y a las familias que están rodeadas por la creciente y que aún no abandonan sus casas. Y en la jornada de hoy reparten bolsas con mercadería a los afectados.
En tanto continúa la evacuación de familias por parte de los Bomberos Voluntarios, con lo que ya suman 31, totalizando 100 las personas afectadas, ubicadas en casa de familias, en el refugio municipal del barrio San Miguel y también en el Espacio Cultural Pocho Roch.
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