Recorrerán casi 1.500 kilómetros en bicicleta para venerar a la Virgen de Itatí en Corrientes. Se trata de un grupo de obreros de la construcción que cumplirán "una promesa". Partieron el viernes pasado desde de la Parroquia de Itatí en Concordia (Entre Ríos).
Los hermanos Luis, Claudio y Rubén Baldesari, junto a Daniel Ibarra y Alberto Izaguirre, partieron el viernes desde la parroquia de Itatí de Concordia, con el objetivo de llegar hasta la Basílica en la provincia de Corrientes, para luego emprender el regreso de la misma manera.
Se trata de cinco concordienses, todos trabajadores de la construcción, quienes aclararon que en el grupo hay personas que ya van por su novena experiencia, mientras que uno de ellos (Luis) es la primera vez que se embarca en la empresa. Consultado sobre si hubo un entrenamiento previo, Luis contó -ya desde Corrientes- que “usamos la bicicleta para ir al trabajo. No hay una preparación física adecuada para esto, lo que nos lleva es la fe”.
Luis Baldesari contó que la demostración de veneración y fe arrancó a las 8 de las mañana del viernes, “como todos los años, con la bendición del sacerdote de la parroquia de Itatí (en Concordia)” y que entre los integrantes “hay gente como mi hermano (Claudio), que lleva ya 9 años, y el otro (Rubén ) 6 años, mientras que para mi es el primer año”, aclarando que “más que una travesía, esto es una promesa”, siguiendo una tradición “que fue comenzada por otros pioneros como Juan Olivera, que este año no lo pudo hacer, pero el ya cumplió la promesa de 10 años de ida y vuelta desde Concordia a Itatí”.
Luis contó que las bicicletas son modelo de montaña y cada una ya fue “bien controladas con el tema de cambios, frenos, cubiertas”, mientras que el equipaje esta integrado por “mucha ropa de abrigo, carpas, bolsa de dormir y muchas ganas de hacer esto”.
El joven que se desempeña como obrero de la construcción insiste con que “muchos pueden tomarlo como una travesía, pero es algo que nosotros hacemos de corazón y la idea es seguir haciéndolo hasta que el físico nos de”.
Consultado sobre si hubo un entrenamiento previo, sonrió para responder “yo uso la bicicleta para ir a mi trabajo y los otros chicos también. No hay una preparación física adecuada para esto, lo que nos lleva es la fe”. Con respecto a sus trabajos, Luis contó que durante la semana trabaja en la construcción, mientras que durante el fin de semana trabaja de seguridad en un boliche. “Llevamos la vida normal de cualquier persona”, explicó.
Por último señaló que, si las condiciones climáticas y las bicicletas lo permiten, “vamos a recorrer un promedio de 100 o 120 kilómetros por día”.
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