PARA LAS FIESTAS TODO SE “ARREGLA”…

De nuestros lectores 

Es una constante, todos los años, para las Fiestas de Julio todo se “arregla”. Que bueno que se mejore el pueblo para recibir a tantos peregrinos y turistas que llegan para venerar a la Virgen, Patrona del Nea. Qué lástima que las mejoras no se mantengan en el resto del año. 

Itatí se viste de fiesta en cada julio, para celebrar a la Virgen. El pueblo se “arregla”, se realizan obras (quince días antes), se “emparchan” los baches de la calle principal, que frente a la terminal, durante el resto del año es un desastre, se ilumina la plaza, se mejoran sus senderos internos, se pintan los bancos, se podan los árboles y se pintan sus troncos quedando todo reluciente, pero frente al Cottolengo, en plena plaza, a metros de la basílica, una parrillada humeando a todo vapor, cual volcán chileno, los mismos ‘privilegiados’ que siempre ocuparon ese espacio público, amigos del poder, dejando a todos los itateños, una vez más como improvisados y en ridículo. De los puestos al costado del museo, ni que hablar… 

Y los nuevos puestos que invaden las calles, media calzada para ellos, y como siempre, la gente tiene que caminar por la calle, las veredas se perdieron. 

Al costado de la Escuela Normal, la obra de ampliación del pavimento que arrasó con los árboles, en plena mañana del 9 de julio, máquinas cargando tierra, esquivando autos y gente que colmaban los alrededores para bendecir sus vehículos. Y en la peatonal, o lo que se conocía como peatonal, autos que vienen y van, pues salen de la bendición y cada uno toma para donde quiere. 

Se pintan las sendas peatonales, los cordones, ¡que bueno!, pero los vecinos del barrio 40 viviendas ‘Jesús Misericordioso’ siguen sufriendo el problema de las cloacas. Al ingresar al barrio ya se siente el olor nauseabundo, ¡no se puede vivir así! Y los del barrio Sagrado Corazón y San Miguel que se inundan cada vez que llueve; y las piletas que se forman en las nuevas calles pavimentadas por la falta de desagües; y el pavimento que se raja, rompe y hunde; y la ruta provincial nº 20, llena de “emparches” y baches; y las estaciones del Vía Crucis que nunca arreglaron; y los lomos de burro del acceso, todos rotos, ¿no los podrían haber arreglado, como los nuevos, ya que es lo primero que ve la gente que ingresa a Itatí? 

Parece, entonces, que para las fiestas todo se “arregla” o se aparenta que se arregla, es un gran simulacro, porque durante el resto del año los itateños siguen teniendo los mismos problemas básicos, de los 20 años de atraso.