En el año 1997, para cumplir una promesa, el nadador Luis "Mojarrita" Agüero, acompañado por “Goyo” Alcaraz de Itatí, escoltaron en el río Paraná, durante 35 días, a la Virgen. La recibieron miles de fieles. La Patrona de Corrientes se detuvo en 30 puertos. En Dársena Norte hubo toques de sirenas, marchas y chamamé. Se calcula que a su paso la veneraron unas 200.000 personas.
Se cumplen 17 años de la travesía de “Mojarrita” Agüero y “Goyo” Alcaraz, quienes acompañaron a nado, a la imagen de la Virgen desde Itatí hasta el puerto de Buenos Aires, bajo el lema "Por el camino del río, la Madre visita a sus hijos". Recorrieron 1280 kilómetros remontando el río Paraná. El destino final de la procesión era la dársena F de Puerto Madero.
Habían partido desde Itatí el 24 de enero de 1997 y llegaron al puerto de Tigre el 27 de febrero. La imagen de la Patrona de Corrientes fue trasladada en un barco balizador de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables. El entonces rector del santuario, padre Miguel Cacciutto organizó la despedida a la imagen de la Virgen en el puerto de Itatí. El pueblo reunido le cantó el "Adiós Reina del Cielo" mientras la embarcación se alejada de las costas itateñas.
Por si hubiera quedado alguna duda, Luis Agüero repitió la proeza en marzo de 1999. “Mojarrita” falleció el 16 de diciembre de 2002.
El diario Clarín reflejaba el acontecimiento en una crónica
La Patrona de la provincia de Corrientes llegó a las 6 de la tarde a Dársena Norte, luego de una peregrinación náutica que zarpó el 24 de enero del puerto Itatí y recorrió todo el río Paraná. Antes de llegar a Buenos Aires, la imagen de la Virgen se detuvo en 30 puertos, y en total recorrió 1.280 kilómetros acompañada por Luis Agüero, un devoto que hizo todo el trayecto nadando.
La emoción de los correntinos y porteños que esperaban a la Virgen estaba justificada: esta es la primera vez que la Virgen entra por el puerto a Buenos Aires. Muchos se instalaron en el lugar desde la mañana, porque querían tocar la imagen o cumplir alguna promesa.
"Estoy desde las dos porque quiero tocar a la Virgen. Ella me salvó la vida cuando tuve a mi primer hijo por una promesa que le hizo mi esposo" dijo María Salinas, una mujer de 62 años que había hecho un picnic en el puerto.
Esmerilda (61) y Aurelia (54) Azevedo, dos hermanas correntinas que viven en Buenos Aires desde hace diez años, contaron que son devotas desde que eran chicas. "Cuando nació nuestro hermano estaba muy enfermo, pero lo bautizamos en la capilla de Itatí y se mejoró. Por eso siempre le rezamos a la Virgen".
Pero no todos los devotos que esperaban en el puerto eran correntinos: 5 mujeres con vestidos blancos y azules dijeron que eran de un grupo de Yoga de Buenos Aires, y que la Virgen para ellas "cambia la mente de las personas y trae un mensaje de paz para todo el mundo".
La idea de Mojarrita
La idea de hacer una peregrinación acuática fue de uno de los devotos de la Virgen. El veterano nadador José "Mojarrita" Agüero (70) decidió agradecer un "milagro" que la Virgen le concedió hace 15 años. Por eso planeó un recorrido de la imagen por el río Paraná en un buque, mientras él la acompañaría nadando, atado de pies y manos.
Mojarrita llegó nadando hasta el puerto del Tigre, el 27 de febrero. A partir de allí, siguió la procesión en el buque, por la contaminación del agua.
Agüero dice que le propuso esta idea a la Arquidiócesis de Corrientes porque la Virgen le salvó la vida a su mujer. En 1982, ella sufrió un derrame cerebral. "El médico ya había hecho el parte de defunción, y yo le rogué a la Virgen que la salvara", cuenta Luis. La mujer se salvó, y además le contó a su esposo que había visto una luz que le decía "andá a cuidar a tu Eduardito", el hijo menor del matrimonio.
Con esta original procesión, el nadador quiso homenajear a la patrona de Corrientes y llevarla a todos los pueblos de la ribera del Paraná. En cada puerto miles de personas esperaron a la Virgen: en total, los fieles sumaron más de 200 mil.
La inquietud de Luis Agüero fue bien recibida por el Arzobispado y la Prefectura Naval, que se encargó de llevar a la Virgen en el buque B-564.
Poco antes de las seis de la tarde, la hora en la que la Virgen llegaba al puerto, comenzaron a sonar la sirenas de todos los barcos anclados en Dársena Norte y de los 30 vehículos de la Prefectura, entre ambulancias y camiones de bomberos.
Apenas el barcó llegó, la banda de la Prefectura Naval comenzó a tocar música correntina y marchas. Desde la proa del buque, el secretario del Obispado de Corrientes, Pablo Sánchez, rezaba por un altoparlante.
Media hora después, la imagen de la Virgen fue trasladada en camión por la Avenida de los Italianos, en Costanera Sur. Los fieles la siguieron en procesión hasta la capilla Nuestra Señora de la Esperanza, donde se hizo una misa.
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