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sábado, 26 de abril de 2014

FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Sin duda que la fiesta más grande de los cristianos es la resurrección del Señor, dirá San Pablo " si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe", pero Él venció la muerte y con Él todos nosotros, toda la humanidad.


Aunque esta Pascua se prolonga por cincuenta días, de manera especial los cristianos la celebramos solemnemente durante 8 días, este domingo 27 finaliza la "octava" pascual, con la fiesta de la Divina Misericordia.

En este segundo domingo pascual, damos gracias por cuatro sacramentos, es decir cuatro peldaños parta fortalecer la fe y unirnos al Señor. En la primera oración de la misa agradecemos la grandeza del Bautismo por el cual somos otros Cristo, es decir otro consagrado, que nos purificó; del Espíritu que nos regeneró (Confirmación) es decir asumir un compromiso concreto de dar testimonio de la fe y de la sangre que nos redimió (la Eucaristía, presencia viva del Cristo resucitado).

El evangelio Juan 20,19-31 "se nos da la penitencia o reconciliación" ."Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y retenidos a los que ustedes se los retengan". Además el gran regalo del Señor resucitado es "el don de la paz."

“La paz esté con ustedes”, el Señor nos felicita a nosotros cristianos de XXI, siglos después, "Felices los que creen sin haber visto".

DÍA DE LA MISERICORDIA
Ya con lo que hemos visto es más que suficiente para entender la grandísima Misericordia del Señor, no obstante en el año 1931, Jesús se le manifiesta a una religiosa, hoy Santa Faustina, mostrando como de su pecho surgen dos luces, una blanca (el Bautismo) otra roja (la Eucaristía) y le pide que este domingo segundo de Pascua sea día de la Misericordia.

Juan Pablo II, Trabajó durante sus 27 años de pontificado para predicar el amor infinito de Jesús. una de sus primeras cartas en 1979 fue "Dios rico en misericordia".

El 30 de abril del 2000 al declarar la santidad de Faustina, instituye a este domingo como "fiesta de la Divina Misericordia" dándole la indulgencia plenaria. Para alcanzar este perdón que es la indulgencia, se necesita la confesión sacramental, la comunión eucarística y fundamentalmente quitar de nuestro interior todo apego aún al más mínimo pecado, por lo tanto es un cambio ciento ochenta grados de vida.

Pero la misericordia que deseamos de Dios para nosotros, a su vez debemos tenerla para todo hermano. Los Hechos 2, 42-47 lo define muy bien "todos los creyentes se mantenían unidos y compartían lo suyo en común. Vendían sus propiedades y sus bienes, y distribuían el dinero entre ellos... partían el pan en sus casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón", y eran queridos por todo el pueblo.

Pensemos, ¿nos parecemos a ellos, o estamos lejos de serlo?

CELEBRACIÓN EN LA BASÍLICA
El domingo 27 el Santo Padre canonizará a los papas Juan XIII, que abrió el Concilio Vaticano II, y a Juan Pablo II, para todos más cercano y conocido.

Ese es también el Domingo de la Misericordia, en la Basílica se celebrará la misa de 17 con una procesión eucarística a su término.

En este domingo se alcanza la indulgencia plenaria, las condiciones para ello son estar en gracia de Dios, la confesión, y comunión con la oración por el Papa.

Se invita a participar de esta celebración de alabanza al Señor.

(Colaboración del padre José Quintana)

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