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domingo, 17 de agosto de 2014

20º DOMINGO DURANTE EL AÑO

A Dios, solamente se lo puede entender amando sin cesar, en este Evangelio, Mateo 15,21-28, vemos a Jesús que deja su tierra Israel y se mete en territorio pagano.


Los judíos de esa época llamaban a los extranjeros, perros o cachorros, es decir algo sin valor. Pero ahí va Jesús, y se encuentra con una mujer que le pide por su hija, "Señor, Hijo de David, ten piedad de mí. Mi hija esta terriblemente enferma, atiéndela”. Jesús con ese amor que sólo él pude tener y demostrar le dice con cariño "no está bien tomar el pan de los hijos (los judíos), para tirárselos a los cachorros", es decir a los no judíos, los de otra raza, creencia o color (Él tiene el corazón bien abierto a todos), la mujer le responde, “Señor los cachorros comen las migajas que caen de la mesa de sus dueños”. Él la mira y le responde "Mujer, qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!". En ese momento la hija quedó curada.

Mirando este pasaje, viendo a un Dios de semejante e interminable Amor, debemos preguntarnos ¿Tengo la misma misericordia del Señor?

Vemos el Medio Oriente en plena guerra, miles de miles mueren, en otros lugares los "cristianos" por miles se van para salvarse y estamos en el siglo XXI. Tal vez nos hemos apoltronado en comodidades, cuando ser cristiano significa estar en movimiento continuo para el bien personal y de todos.

El Papa está en Corea un país de 55 millones de habitantes, pero sólo 5 millones son católicos. Al estilo de los apóstoles, ha viajado para un encuentro de jóvenes asiáticos. No le importa si hay budistas, sintoístas, mahometanos, quiere predicar a Jesucristo resucitado. Los rabinos judíos, los dirigentes religiosos del islam, los obispos católicos nos piden oraciones. Oremos, son nuestros hermanos. No podemos ser indiferentes ante la muerte absurda, ni ante esa terrible persecución, peor que la de Nerón o Diocleciano.

Les sugerimos algunas oraciones
  • Para que pronto sea realidad la paz, en Medio Oriente. Oremos.
  • Por la Argentina, tierra de María, sus gobernantes y pueblo que maduremos en el respeto y la fe. Oremos.
  • Por el encuentro del Papa con Asia desde Corea, que su palabra nos despierte de la modorra de la fe. Oremos.
  • Por los que sufren, desanimados, tristes y con enfermedades delicadas, que nuestra oración sea fuerza y consuelo. Oremos.
  • Para que Él siga llamando a jóvenes en la fortaleza del evangelio, pero en el sacerdocio y vida consagrada. Oremos.
Buen domingo para todos.

(Colaboración del padre José Quintana)

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