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domingo, 1 de junio de 2014

DOMINGO DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

No es un domingo más, el Señor Jesús por voluntad del Padre y el Espíritu Santo, toma nuestra condición (menos en el pecado) para recordarnos todo lo que se había hablado, por medio de los Profetas, y tantos hombres inspirados.


Si Él en este día ascendió es porque en la Encarnación bajó y se fue desarrollando como cualquiera de nosotros, habló con toda autoridad de Dios, padeció, resucitó, y en este día desaparece, para meterse en cada uno de nosotros.

San Lucas, en el Libro de los Hechos, que es continuación de su Evangelio dice "Hombres de Galilea, ¿porque siguen mirando al cielo?. Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir".

San Agustín, en el siglo V, nos dice que “la Ascensión del Señor, es tan real, como su nacimiento, muerte y resurrección”.

En el año 2007 obispos de América Latina y el Caribe, nos daban el Documento de Aparecida, allí encontramos "los Cristianos somos misioneros por naturaleza, porque se toma su origen de la misión del Hijo y del Espíritu Santo, según designio del Padre” (347 y 348).

La gran novedad que los cristianos anunciamos es que Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, la Palabra y la Vida, vino al mundo a hacernos "partícipes de la naturaleza divina”. Esto es lo primero que tenemos que anunciar y también escuchar, porque la gracia tiene un primado absoluto en la vida cristiana y en toda la actividad evangelizadora de la Iglesia: "Por la gracia de Dios soy lo que soy" (san Pablo).

Por esa misma gracia, todos sin excepción estamos llamados a ser discípulos y misioneros, es decir ser hermanos, jamás rivales, vivir fraternalmente y siempre atentos a las necesidades de los más débiles.

No olvidemos que uno de los grandes protagonistas de este documento ha sido el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio.

Ascensión quiere decir arremanguemos y a trabajar duro por Cristo para el bien de los hermanos. No nos olvidemos orar por vocaciones santas.

(Colaboración del padre José Quintana)

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