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sábado, 3 de mayo de 2014

TERCER DOMINGO DE PASCUA

"Aclame al Señor toda la tierra. Canten la gloria de su nombre, Aleluya”.


San Lucas que es el autor de los Hechos de los Apóstoles, nos narra, lo que sería la primera predicación sobre Jesucristo. Esto ocurre el Domingo de Pentecostés "a este Jesús, Dios lo resucitó, y todos somos testigos".

A 21 siglos de distancia todos debemos ser testigos de la Resurrección, fundamentalmente por la fraternidad, caridad y optimismo.

¿Porqué muchas veces nos falta esto, y vivimos como hombres sin esperanza? Es muy simple, no meditamos la Biblia. Es más, muchas veces ni la tocamos. El salmo 15, en algunas biblias figura 16, es una hermosa oración, para hacerla todos los días "Señor, me harás conocer el camino de la vida".

El evangelio es el relato de la tarde misma del domingo de la Resurrección, los discípulos que caminan hacia Emaús, tristes, melancólicos, llenos de dudas.

"Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas… luego partió el pan y se lo dio", entonces estupefactos dijeron: "es el Señor".

Lo reconocieron al partir el pan, nos preguntamos ¿cómo sería que Jesús partió el pan? Sin duda el pan de la esperanza, de la alegría, de la hermandad y fundamentalmente la caridad.

Debemos cuestionarnos si de verdad firmemente creemos, porque (perdón por esto) muchas veces dejamos que desear en materia de fe por medio del mal comportamiento de la vida. Sin duda el pan es la "Eucaristía" y esta palabra quiere decir dar gracias a Dios en la persona del hermano.

El término "gracias" casi lo hemos olvidado, creemos que de todo tenemos derecho, y lo que recibimos "es por amor infinito de Dios".

Dar gracias es todo un comportamiento de vida que demuestra la presencia personal del Resucitado en mí.

ORACIÓN. Señor Jesús, gracias por seguir haciendo en tu Iglesia el gesto de "partir el pan" hasta el fin de los tiempos. Concédenos la gracia de tu presencia eucarística, para que todos en común-unión seamos mutuamente verdaderos hermanos en la comunión del amor.

Jesucristo Señor de la historia, te encomendamos a este pueblo de la Virgen en sus casi 400 años (aunque muy abandonado) te encomendamos la Patria que va a cumplir sus 204 años del inicio emancipador.

María todo lo dejamos en tu corazón con el sentir de San Juan Bosco "todo lo hizo Ella" o de San Luis Orione "todo es gracia de María".

¡Muy feliz domingo!

(Colaboración del padre José Quintana)

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