Son los que colaboran cada fin de semana en las celebraciones, asistiendo a los miles de devotos que llegan desde distintas provincias al santuario, “su casa”. La próxima semana incorporan un nuevo grupo, el de Lobatos, para niños de 7 a 10 años, y están preparando la ceremonia de pase de algunos chicos a Raiders.
Desde agosto de 2010, hay un grupo de jóvenes, que iluminados con el espíritu Scouts, brindan su servicio desinteresado a los miles de peregrinos que cada semana visita la Basílica de Itatí. Son un constante apoyo de los sacerdotes para las distintas celebraciones que habitualmente se realizan en el santuario. La semana próxima, sumaran a sus filas al grupo Lobato, de niños de 7 a 10 años, y están preparando la ceremonia del pase a Raider de alguno de sus integrantes.
Incentivados por el rector de la Basílica, el padre Hugo Camino, quien es hoy capellán del grupo, algunos jóvenes comenzaron a soñar con formar el Movimiento Scouts en el santuario. Fue así que se reunieron con los dirigentes de la Asociación Arquidiocesana de Scouts Católicos para capacitarse e iniciar el desafío. Fueron 16 los jóvenes que dieron el puntapié inicial.
Rubén Alberto González, quien junto a su esposa, María Liliana Romero y Ariel Romero dirigen hoy el grupo, contó a El Litoral, que “comenzamos formalmente el 5 de agosto de 2010, éramos 16 como grupo de patrulla, después fuimos sumando más chicos y tuvimos que dividir más las patrullas”.
Si bien, las reuniones oficiales del grupo se desarrollan todos los sábados de 16 a 18,30, los Scouts de la Basílica tienen actividades todos los fines de semana. Son ellos los que acompañan a los peregrinos que llegan en contingentes desde distintas provincias de la región; son ellos lo que colaboran con la logística (desde acarrear sillas, compartir agua con los peregrinos, hasta ayudar en la liturgia o formar cordones humanos para mantener el paso de la imagen de la Virgen, cuando es necesario) y el servicio en las celebraciones del santuario. Son, como dice su slogan, los que están “siempre listos”, para lo que se necesite en la atención de los devotos de la Virgen, que llegan a su casa, porque así es como siente a la Basílica.
“A partir de abril, vamos a formar el grupo de Lobatos (o pie tierno), con niños de 7 a 10 años, que estarán coordinados por dos dirigentes. Además, el grupo tiene Scouts, y Rovers, es decir, los más grandes los que ya somos dirigentes; y ahora, el 7 de abril, vamos a realizar en la estancia Santa Rosa, la ceremonia del pase de rama, para los que pasan de Scouts a Raider”, comentó González.
El grupo está abierto para los jóvenes, entre 7 y 15 años, que quieran iniciar las actividades. Durante las reuniones, ellos aprenden a convivir con la naturaleza, aprenden todo lo necesario para realizar campamentos, tienen dos importantes al año, en verano y en invierno. Pero sobre todo, aprenden a vincularse entre ellos y con los demás, teniendo como premisa, los valores del scoutismo.
Enseñan a los adolescentes, a formarse como personas, respetando siempre, la ley Scout, que los identifica como: honrados, leales, útiles, amigables, corteses, bondadosos, obedientes, alegres, económicos, valientes, limpios y reverentes.
Diario El Litoral
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