Como estaba previsto se rezó una Misa en el cuartel de Bomberos Voluntarios de Itatí. La celebración eucarística fue aplicada por el eterno descanso de las almas de los bomberos y policías que en cumplimiento del deber han perdido la vida a causa de la tragedia ocurrida el mes pasado en Barracas, Buenos Aires, y en coincidencia con el comienzo de la Cuaresma.
La celebración litúrgica, fue presidida por el capellán de la familia bomberil, padre Juan José Mettini, en la cual el sacerdote impuso en la frente de los fieles las cenizas, que recuerdan que el paso por esta vida terrena es pasajero y que la vida eterna se encuentra en el cielo.
Como consejo, el sacerdote, dijo a la asamblea que "para abrazar a Cristo y lograr la conversión del corazón es importante encontrarse con Él en el sacramento de la Reconciliación que también nos invita a perdonar y pedir perdón al prójimo".
Antes de finalizar la Misa, se procedió a bendecir la nueva unidad con la que cuenta el cuartel, y especialmente el equipamiento colocado en el móvil para ataque rápido, y que ya está al servicio de la comunidad.
La celebración culminó con la invocación a la Santísima Virgen a quien se encomendó el cuidado de la vida de los Bomberos Voluntarios, servidores públicos, que en cada salida arriesgan su vida en bien de sus hermanos.
También el padre Mettini invitó a las autoridades y vecinos presentes a participar del ejercicio del Vía Crucis, el viernes en la Basílica y en el Bº 48 viviendas.
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