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sábado, 28 de diciembre de 2013

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

En este domingo, quinto de Navidad, reflexionamos sobre La Sagrada Familia y la familia.

En el documento de Aparecida N° 439, encontramos lo siguiente "Vemos con dolor la situación de pobreza, de violencia en las familias irregulares o desintegradas", de abuso sexual, por la que atraviesa un buen número de nuestra niñez. Niños de la calle, niños portadores de HIV, huérfanos, engañados expuestos a la pornografía y prostitución forzada. No se puede permanecer indiferente ante el sufrimiento de tantos inocentes".

El libro del Eclesiástico 3,3-7.14-17 primera lectura de este domingo, nos dice al respecto "el que honra a su padre purifica sus pecados y el que respeta a su madre es como quien acumula un tesoro para Dios". "El que abandona a su padre es como un blasfemo y el que irrita a su madre es maldecido por Dios".

Se debe tomar conciencia de lo que se decía el Domingo 22 "La familia es el perno de la Patria, del mundo, de la Iglesia", falla la familia y por más inteligentes gobernantes que tengamos "anda mal todo".

La familia de Jesús experimenta el desplazamiento y el exilio político. La Sagrada Familia camina, aún en medio de muchas dificultades, pero en la esperanza. Esa esperanza que nos sostiene porque confiamos en Aquel que da sentido al camino, Dios.

El matrimonio bien constituido es "imagen de amor de la Trinidad", no se puede decir ‘sí, acepto’ para golpear a la esposa o viceversa. Traer hijos al mundo es un serio compromiso de, hablarles con cariño, educarlos, formarlos. Hablarles a medida que crecen de las responsabilidades, religiosas, familiares, personales y civiles. Hacer esto es ir creando un "mundo nuevo".

Hoy nos quejamos de cosas inauditas que vemos en los jóvenes. Pero debemos preguntarnos, en su momento hemos hecho lo antepuesto más arriba? Un niño tiene como modelo a su padre y a su madre, no al cura, ni maestro, ni catequista. Lo que en casa no ven jamás lo harán.

Así el Señor Jesús tomara carne, o la misma Virgen hiciera lo mismo que su Hijo, no son los papás biológicos. La palabra de los padres es un sello que marca en el corazón para siempre.

Dice el Papa Benedicto en el documento "Sacramento de la Caridad", “puesto que la Eucaristía expresa el amor irreversible de Dios en Cristo...se entiende que está en relación con el matrimonio" N° 29.

Es verdad que la sociedad moderna es complicada y conflictiva. Pero no se puede hacer lo mismo en la familia, en ella es fundamental "la oración y la fuerza de la Eucaristía" el diálogo en lugar de gritos y amenazas, la paciencia".

Debemos mirar por ejemplo qué mundo y qué tipo de familia queremos en el 2030, será como hoy se forme, la familia y no es una imaginación debe ser la antesala del cielo por la búsqueda de la paz y reiteremos el diálogo.

Queridos padres escuchen a sus hijos, aconséjenlos, dialoguen entre ustedes, no sientan como una carga al anciano enfermo de la familia, hay que atenderlo como al mismo Dios. Concurran a las escuelas a preguntar como andan, a la catequesis "sabiendo que los primeros educadores y catequistas son uestedes"

La familia que se apoya en Dios y en sí misma vence aún lo peor. Adelante como San José y María en la formación del mismo Jesús.

¡Buen domingo!

(Colaboración del padre José Quintana Peña)

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