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domingo, 15 de diciembre de 2013

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO: DOMINGO DE LA ALEGRÍA

Por P. José Quintana Peña


"Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense, el Señor está cerca".

Hermanos la buena creatividad humana, pero muy materialista, pareciera más fuerte que el mirar al Señor y buscar su gran promesa "está con Él".

Para el 2030, año del centenario del primer campeonato mundial de fútbol, ya se eligió Uruguay, y nuestro país para las elecciones de dos años, ya se buscan los candidatos. Está bien, pero no basta.

Cristo es el que nos da la eterna alegría que hay que buscar y cuidar. La alegría brota del corazón en paz con uno mismo, los demás por ende con Dios.

El regalo de Jesús es la paz, "mi paz les dejo, mi paz les doy". Es verdad que hay situaciones en la vida que nos quitan la alegría y la paz, pero debemos superarlas rápido, si creemos que ha Resucitado.

El Papa ha dicho "tengan una sonrisa que surja del corazón, no la fabriquen". ¿Por qué se pierde la alegría y la paz? Muchas veces nos hacemos y hacemos la vida imposible a los demás, con gritos que no van, va el diálogo tranquilo.

No se mide el alcohol, las peleas, los desordenes familiares, el odio y rencor. "Somos cristianos, pero vivimos como si no lo fuéramos" o el viejo dicho " un cristiano triste, es un triste cristiano".

Dios nos respeta, mucho y más que nosotros mismos, Él nos quiere alegres, pero nos deja libres. Dios nos es un tirano, es un padre amoroso. Si tenemos la vida abierta Él entra y nos transforma, si estamos cerrados, pasa de largo "nos respeta". El Papa habla del famoso "olor a oveja", esto es dar testimonio de alegría en la casa, la calle, el trabajo. Ciertamente que no faltará quien se burle y se ría, ¿pero acaso Él no lo dijo?

Finalmente, en estas fiestas se utiliza la pirotecnia, cara y sin sentido. Por lo menos compremos menos, y demos al Cottolengo, que tenemos en frente, nuestra ayuda a los Cristos atendidos por nuestro amor únicamente, acompañemos algún pobre o anciano solo o compartamos con Cáritas.

Y ¿por qué no?, llevemos a alguien a cenar a casa, habrá una alegría que nadie podrá arrebatar.

Pero no olvidemos, que cada vez que nace o se bautiza un niño, cuando salen las flores y crecen las plantas, o cuando nace un pájaro, etc. es NAVIDAD. Busquemos permanentemente la alegría de Jesús.

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