Al igual que Benedicto XVI lo hizo hace poco en Madrid, ante más de dos millones de jóvenes, ayer, los obispos pidieron a quienes peregrinaron a Itatí, “no tengan miedo de seguir a Jesús y adherirse a la cruz, caminando junto a la Iglesia”.
Retomando el signo de la Cruz de los jóvenes, también llamada Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud o “Cruz peregrina”, que fue entregada a los jóvenes por Juan Pablo II en 1984, ayer en Itatí, los jóvenes representantes de las distintas provincias del NEA, llevaron ante el altar los sagrados maderos.
La cruz, que recorrerá las diez diócesis de la región, fue llevada en andas entre la gente, y se le colocó banderas con los colores del Papa -amarillo y blanco- como signo de adhesión a él y a la Iglesia.
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